La lluvia vuelve a no dar tregua.
Y es que son muchas ya las Semanas Santas que contamos con la presencia de la lluvia. No solo en Cádiz, sino en el resto de provincias andaluzas las consecuencias de la lluvia para estas vacaciones, están causando estragos. Se hablan de once años ya sin una semana santa completa de buen tiempo.
Supone un descenso claro del turismo, en estas fechas mayoritariamente nacional, que si suma las previsiones meteorológicas a los achaques de la crisis prefiere decir: » a casita que llueve».
Según datos de Europapress la previsión de ocupación era de un 50% para toda la semana y de un 60% desde el miércoles hasta el domingo, lo que ya supone un descenso con respecto a los datos del 2012. El resultado final ha sido de un descenso del 10% respecto al 2012, según datos de la Asociación de hoteleros de la provincia de Cádiz. Sin embargo, y a pesar de no barajar aún datos concretos de la ocupación hotelera en Cádiz capital, hablando con profesionales del sector y teniendo como referencia el hotel las Cortes, las reservas de última hora han hecho que la ocupación llegará al 97%, suponiendo un 10% más que el año pasado.
Según datos de Europapress la previsión de ocupación era de un 50% para toda la semana y de un 60% desde el miércoles hasta el domingo, lo que ya supone un descenso con respecto a los datos del 2012. El resultado final ha sido de un descenso del 10% respecto al 2012, según datos de la Asociación de hoteleros de la provincia de Cádiz. Sin embargo, y a pesar de no barajar aún datos concretos de la ocupación hotelera en Cádiz capital, hablando con profesionales del sector y teniendo como referencia el hotel las Cortes, las reservas de última hora han hecho que la ocupación llegará al 97%, suponiendo un 10% más que el año pasado.
Efectivamente el turismo de sol y playa disminuye pero no solo descienden los datos en cuanto a ocupación hotelera en la provincia y en la ciudad, sino que la hostelería, el comercio y empresas de servicios turísticos y culturales, se ven también afectados. Durante toda la semana el único día que transcurrió con normalidad para las hermandades fue el Domingo de Ramos.
Hablando con un conocido hostelero de la zona centro de Cádiz, por donde discurren muchas procesiones, me habla entristecido de la faena que le supone el mal tiempo para su negocio, que ha supuesto pérdidas considerables.
Pero la meteorología se escapa de nuestro de control y debemos de intentar aplicar eso de al mal tiempo, buena cara y desde el sector turístico, contar con el esfuerzo de todos los profesionales relacionados con el turismo y seguir trabajando por y para Cádiz como un destino único y singular, ofreciendo el máximo de calidad y excelencia, y que el tiempo se quede en una simple anécdota.